Venezuela lanza una campaña internacional contra el fascismo y el neofascismo

Este informe fue escrito por una delegación internacional de participantes, incluidos miembros de ILPS, a la conferencia antifascista en Venezuela.

Los días 10 y 11 de septiembre de 2024 en Caracas, Venezuela, 1200 personas, incluyendo 500 participantes internacionales de más de 95 países se reunieron en el primer «Congreso Mundial contra el Fascismo, el Neofascismo y Expresiones Similares».

Entre los delegados había dirigentes sociales y políticos de algunos de los 23 estados y 3900 consejos comunales de Venezuela. También participaron organizaciones de masas, partidos, movimientos sociales, personas influyentes, intelectuales, académicos, organizadores y activistas de todo el mundo. Juntos aprobaron la creación de una Internacional Antifascista.

Éramos tres participantes de Canadá, miembros de la Liga Internacional de Lucha de los Pueblos (ILPS) y de la Alianza Internacional de Mujeres (AIM-IWA) y la Alianza International de Migrantes (IMA). Una compañera de BAYAN en Filipinas completaba nuestro grupo de cuatro. Para algunos era su primera vez en Venezuela, y para todos nosotros fue una inmersión en la historia, la política, los vibrantes movimientos sociales y las tradiciones revolucionarias de quienes se oponen a las expresiones del fascismo y la dictadura de derechas que vuelven a asomar la cabeza en las Américas y en el mundo.

Este Congreso fue convocado en el fragor de la batalla contra los ataques fascistas en Venezuela, tras una campaña electoral nacional que culminó el 28 de julio de 2024, en la que el Presidente Nicolás Maduro fue reelegido con el 51% de los votos, resultado confirmado por el Tribunal Supremo de Venezuela. 

A pesar de una elección con cientos de observadores internacionales, y el más alto nivel de transparencia y el estado de la técnica de recuento de votos electorales, la victoria del 51% de Maduro ha sido impugnada por la oposición de derecha encabezada por Edmund Gonzales y María Corina Machado, con el apoyo de Washington y multimillonarios como Elon Musk.

El presidente Maduro dijo que pretende hacer de este Congreso el inicio de un movimiento internacional contra el fascismo, el colonialismo y el imperialismo por la paz, la democracia y la humanidad en su conjunto.

Maduro dijo que Venezuela asume la lucha contra el fascismo, «no por decisión propia, sino porque se ha convertido en el blanco de los más poderosos ataques concertados del imperialismo norteamericano y sus aliados» contra el derecho de un país y de un pueblo a construir su sociedad y su futuro en función de sus propios intereses.

El Congreso se celebró el 11 de septiembre, fecha que la mayoría de los latinoamericanos y progresistas recuerdan como el día en que Salvador Allende fue derrocado en un golpe de Estado dirigido por la CIA en Chile en 1972.

El Congreso escuchó a ponentes de Argentina, México, Cuba, El Salvador, País Vasco, Irlanda, Estados Unidos, Vietnam, Siria y otros países sobre temas como «El auge del neofascismo en la política contemporánea de América Latina y el Caribe», «El fascismo y la espiral del silencio», la guerra psicológica y la lucha contra el odio.

Jorge Rodríguez, Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, habló del poder de los magnates de las redes sociales para influir en las elecciones. «Gastaron más de un millón de dólares para intentar derrocar al gobierno bolivariano a través de la dictadura de los algoritmos, dijo, y lo hicieron con tanto descaro al servicio de los gobiernos occidentales mandatados por Estados Unidos».

Nuestra delegación experimentó el poder de la propaganda negra sobre Venezuela incluso entre algunos progresistas en casa que se sorprendieron de que viajáramos a Caracas en este momento, haciéndose eco de la narrativa respaldada por el imperialismo de que Maduro es un dictador, el país está en ruinas y la gente se muere de hambre.

En cambio, aunque el tiempo que pasamos en Caracas fue corto, no pudimos ver nada de eso. No había tiendas de campaña, ni violencia en las calles, ni colas para conseguir comida o mendigos. Por el contrario, encontramos calles limpias y tranquilas, ánimo elevado, actitudes alegres, música y, en general, entusiasmo entre los venezolanos que conocimos.

Las estadísticas económicas confirman que Venezuela va sorprendentemente bien. Las cifras del Gobierno muestran que, aunque sus ingresos procedentes del petróleo cayeron un 99% entre 2012 y 2020, principalmente a causa de las sanciones, el PIB ha crecido un 4,1% (CEPAL, junio de 2024), mostrando el mejor crecimiento económico de América Latina. De ser un país dependiente de las importaciones para gran parte de su alimentación, hoy es autosuficiente en alimentos en un 96%.

Sin embargo, los ataques no han cesado. La oposición, alentada por el imperio estadounidense y sus aliados, pretende someter al pueblo venezolano. Washington está especialmente ansioso por devolver el control de las mayores reservas de petróleo del mundo a las compañías petroleras privadas respaldadas por Estados Unidos.

 Además, la ofensiva proimperialista no se limita a Venezuela. Los delegados de Honduras hablaron de su resistencia al reciente intento de golpe de estado respaldado por los intereses imperialistas de ese país. Varios oradores señalaron el auge del fascismo en América Latina bajo el gobierno derechista del motosierrista Javier Milei en Argentina. Hablamos con los participantes sobre los trabajador@s migrantes que están en el punto de mira de las fuerzas de derecha y sobre cómo tenemos que organizar la resistencia al nivel internacional. También hablamos de la necesidad de trabajar sobre las causas profundas que generan la migración forzosa en nuestros países y territorios de origen. 

Nosotros sentimos personalmente el impacto de la presión estadounidense sobre otros países como Panamá para bloquear las relaciones con Venezuela cuando tuvimos que recorrer miles de kilómetros en desvíos y tardar casi tres días en llegar desde Montreal a nuestro destino en Caracas después de que muchas compañías aéreas se negaran a volar a Venezuela.

Un momento especialmente emotivo del Congreso fue el homenaje a las familias de los 27 hombres y mujeres de las organizaciones de base asesinados por los fascistas tras las elecciones. El pueblo venezolano demostró que está claramente decidido a no permitir nunca que los fascistas tomen el poder del Estado en Venezuela. «¡No Pasaran, No Volveran!»

Por último, la lucha del pueblo palestino estuvo bien representada con muchos delegados llevando keffiyehs, ondeando banderas palestinas y coreando por una Palestina Libre mientras los oradores hablaban del sionismo como una forma de fascismo.

Por nuestra parte, nosotros y nuestras organizaciones populares, la ILPS, la AIM-IWA y la IMA, junto con BAYAN, estaremos junto al pueblo de Venezuela en esta batalla épica contra el ascenso del fascismo y animamos a los pueblos del mundo a que también lo hagan.