La Comisión de Trabajadorxs de la Liga Internacional de Lucha de los Pueblos (ILPS) celebra con la clase trabajadora y todos los pueblos oprimidos el Día Internacional del Trabajo este primero de mayo de 2022.
Han pasado más de dos años desde que golpeó la pandemia mundial de Covid-19. No hay final a la vista. La prolongada desaceleración económica mundial después de cuatro décadas de políticas neoliberales fallidas se está convirtiendo en una Gran Depresión. Las condiciones materiales de la vida misma, la naturaleza y el medio ambiente, están siendo saqueadas y destruidas. La rivalidad interimperialista está haciendo que las guerras sean inevitables, como en Ucrania y el Mar de China Meridional, además de dar lugar a una reacción fascista desesperada en muchos países. La clase obrera y las masas trabajadoras son las que más sufren. Por lo tanto, se ven empujados a ir al frente para afirmar la libertad, la democracia y el socialismo para poner fin a la explotación y la opresión, el saqueo y la guerra imperialistas.
El desempleo mundial está alcanzando los 205 millones este año, superando los 186 millones de 2019. Los recortes salariales y sociales han empobrecido a cientos de millones más. Las mujeres, los jóvenes, los migrantes y las personas de color son los más vulnerables. Los paquetes de respuesta y estímulo económico de Covid sólo salvaron a las grandes empresas y hundieron a más naciones en la esclavitud de la deuda. La GIG Economy ( Trabajo Eventual autónomo) en plataformas digitales solo aseguró mayores ganancias capitalistas. La desigualdad y la injusticia se profundizaron. En lugar de empoderar a los trabajadores, los gobiernos dieron más poder a los militares y la policía alimentando su maquinaria de guerra contra el pueblo.
La clase obrera está contraatacando.
Las grandes luchas de clases del siglo XIX dieron lugar al nacimiento de las revoluciones socialistas y de los movimientos de liberación nacional del siglo XX. La restauración capitalista en los antiguos países socialistas agravó la crisis capitalista global y brindó lecciones valiosas para todxs lxs trabajadorxs y pueblos oprimidos del siglo XXI. Hoy, más trabajadores están aprendiendo. Hoy, más trabajadorxs se están uniendo a los pueblo en las luchas democráticas. Hoy, más movimientos sociales se enfrentan a los gobiernos para derribar el orden imperialista y la reacción local. La lucha de la clase trabajadora por la liberación nacional y social brilla en medio de los años oscuros del Covid.
Los sindicatos mundiales condenan la represión laboral en todo el mundo. Desde 2020, las protestas callejeras y los paros enfrentaron el impacto sanitario, económico y social de la respuesta gubernamental a la pandemia. Lxs trabajadorxs de los sectores público y privado levantaron protestas laborales en servicios e industrias. Los trabajadores de la salud, incluidos médicos y enfermeras, trabajadorxs del transporte, trabajadorxs del petróleo y el gas, y aquellos que trabajan para corporaciones multinacionales como Amazon y MacDonalds, con sede en Estados Unidos, se declararon en huelga. Lxs estudiantxs participaron en huelgas universitarias. Se convocaron huelgas generales en Italia, India, Perú y Palestina. Los movimientos antiimperialistas y antifascistas están ganando fuerza e impulso.
Las campañas de solidaridad apoyaron las luchas de liberación en Palestina, Kurdistán, Filipinas, Myanmar, así como a los pueblos de Cuba, Venezuela y la península de Corea. A pesar de las limitadas reuniones presenciales, se llevaron a cabo discusiones virtuales, conferencias de estudio y foros sobre varios temas relevantes para las luchas de lxs trabajadorxs.
Organización para el empoderamiento.
La tasa de sindicalización en los países capitalistas desarrollados está disminuyendo constantemente. Los países subdesarrollados, incluidas las llamadas democracias en transición, tienen un número mucho menor de sindicatos y su afiliación se ve drásticamente reducida por arreglos laborales flexibles como el trabajo por contrato.
Los aristócratas obreros, pagados con las ganancias capitalistas, están participando en otro “diálogo social” y están buscando algún tipo de nuevo “contrato social” con los capitalistas. Algunos buscan gravar a los ricos sin cambiar la naturaleza parasitaria del propio estado capitalista. Otros quieren un trabajo “a prueba de clima” como si el sistema capitalista no fuera la causa principal de la degradación ambiental. Buscan la protección laboral del propio sistema que explota la mano de obra.
La organización de las masas explotadas y oprimidas va más allá de los sindicatos y los lugares de trabajo. Lxs trabajadorxs nunca deben limitarse únicamente a los derechos sindicales, sino que deben unirse a las luchas democráticas de su propio pueblo en solidaridad con otros trabajadores y pueblos. Es indispensable ampliar e intensificar las luchas económicas y elevarlas a las batallas políticas.
Lxs trabajadorxs ahora se están empoderando ideológica , política y organizativamente. Están levantando su conciencia política y de clase despertando de sus propias condiciones. Están políticamente activos en todos los temas sociales candentes y van más allá del voto electoral y la acción parlamentaria. Se movilizan y se unen con las fuerzas democráticas más amplias para efectuar un cambio revolucionario más significativo.
El camino al socialismo durante más de cien años ha sido épico. Este siglo es un momento decisivo en nuestra historia. O los explotadores continúan revolcándose en su locura capitalista monopolista de apropiación privada en medio de la producción social, o son expropiados por el empoderamiento de la clase social más progresista en la historia de la humanidad: la clase trabajadora.
¡Terminemos con el saqueo y la guerra imperialistas!
¡Derrotemos al militarismo, al fascismo ya la represión!
¡Viva el Día Internacional del Trabajo!
¡Viva la solidaridad internacional!
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