Estimados compañeros y compañeras.
Al heroico pueblo cubano.
Al Capitulo Cubano de Movimientos Sociales.
A nombre de la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS por sus siglas en inglés), quienes somos un movimiento antiimperialista constituido por más de 350 organizaciones de más de 45 países, en los 5 continentes del mundo; reciban un combativo y revolucionario saludo; sepan que desde todos los rincones del planeta, reconocemos en el pueblo cubano, en su revolución, en su lider actual Miguel Díaz-Canel, digno sucesor del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y en el gran Ernesto Guevara de la Serna “El Che” como grandes estandartes de la lucha contra el imperialismo y el fascismo en el mundo.
Agradecemos a los compañeros de la gran Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y al Capitulo Cubano de Movimientos Sociales, por invitarnos a este Encuentro de Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo; saludamos a todos los delegados, que desde diversos países del mundo nos hemos dado cita, aquí, en el corazón de la lucha antiimperialista de América Latina y el Caribe, para discutir la realidad que hoy atraviesa nuestro planeta, trazar las tareas que nos corresponden para detener al imperialismo y el fascismo, asumir compromisos específicos de lucha y fortalecer la unidad de todos los trabajadores y los pueblos del mundo.
Este importante Encuentro se realiza en un contexto particularmente delicado para la humanidad; todos los costos de la crisis económica internacional desatada hace 10 años, están siendo pagados por la clase obrera y los sectores populares de todo el planeta; pero, a pesar de millones de obreros despedidos, millones de personas que se mueren de hambre o se quedan sin vivienda, a pesar de que se han privatizado muchos servicios públicos y de han eliminado buena parte de lo derechos conquistados por la lucha histórica de los trabajadores; el sistema capitalista-imperialista no ha sido capaz de recuperarse, y no lo podrá hacer porque su propia naturaleza se lo impide, porque su razón de existencia es para destruir sus dos principales fuentes de riqueza: el trabajo humano y la naturaleza.
Lejos de provocar una recuperación económica a escala mundial, hoy estamos a las puertas de un nuevo ciclo de crisis económica, que amenaza de ser más profunda y más agresiva, por parte de las diversas potencias imperialistas; todos los pronósticos señalan que pronto, muy pronto, el mundo estará sumido en una de sus crisis cíclicas más profundas de toda la historia del capital.
Y ¿Cuales son las salidas que existen ante esta crisis?
Por un lado, los Estados Unidos han tratado a América Latina y el Caribe como su patio trasero durante demasiado tiempo, explotando a los pueblos y saqueando los recursos naturales, fomentando golpes de estado y operaciones de cambio de régimen durante más de un siglo y medio. Ahora otras potencias imperialistas en ascenso están maniobrando para ocupar su lugar. Pero Washington no tiene intención de renunciar fácilmente al botín, por lo que el peligro de guerra está aumentando y agudizando las contradicciones entre las potencias imperialistas, especialmente Estados Unidos con China y Rusia.
La profunda crisis económica, política, social y cultural del sistema capitalistas-imperialista, ha llevado también al renacimiento de las ideas más retrógradas, que poco a poco van adquiriendo fuerza política en diversas partes del mundo. Basados en posiciones ultranacionalistas, xenófobas, machistas, antidiversidad sexual, contra el medio ambiente; las organizaciones fascistas y de la ultraderecha más recalcitrante, en los últimos 10 años han retornado en la vida política, económica y social; de hecho en el caso de nuestro continente, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y más recientemente con Jair Bolsonaro como mandatario en Brasil, estas fuerzas están siendo promovidas a escala continental, cuya misión es la imposición más sangrienta de la salida fascista a la crisis del capitalismo.
Afortunadamente, el proletariado no ha permanecido con los brazos cruzados frente al peligro de una nueva guerra imperialista, ni ante el ascenso del fascismo; la clase obrera y los pueblos del mundo han intensificado la lucha en las calles, el recuento de las huelgas generales, las rebeliones y luchas callejeras durante los últimos años es bastante halagador; al mismo tiempo en que la crisis se profundiza y las instituciones imperialistas buscan imponer sus medidas neoliberales, la lucha de clases se intensifica.
La tendencia de la lucha de clases es a un mayor intensificación y mayor radicalización; todos los días se multiplican las huelgas generales y las rebeliones populares; es cierto que la correlación de fuerzas en el mundo, aún se mantiene a favor de la oligarquía financiera y las burguesías nacionales; pero la lucha de las masas ha logrado tener victorias importantes, han tenido que retroceder en algunas de sus medidas dictadas desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para controlar la situación y apaciguar los ánimos de lucha que está generalizando en diversas partes del mundo. Las grandes movilizaciones contra la guerra ha detenido momentaneamente la agresión a la región del Rojavá y se ha logrado contener temporalmente el intento de intervención militar del imperialismo Yanqui contra el pueblo venezolano.
A pesar de estas pequeñas victorias, las raíces imperialistas del peligro de la guerra de rapiña y del ascenso del fascismo se mantienen intactas; frente a una nueva crisis económica cíclica, el sistema imperialista mundial, intensificará sus agresiones contra los pueblos del mundo. El dominio del capital financiero sobre los pueblos del mundo es la principal causa de esas calamidades; y la única forma de extirpar para siempre el peligro de guerra y el fascismo en el mundo, es el cambio del régimen capitalista-imperialista que hoy domina sobre nuestro planeta por un gobierno de la clase obrera y los pueblos.
Por ello hoy, es indispensable que todas las fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias de todo el mundo, asumamos un compromiso serio y responsable, para fortalecer la unidad, para hermanarnos como una sola fuerza, para defender como una sola familia, a todos los pueblos del mundo que están siendo golpeados por el imperialismo, para construir un gran Frente Único Antiimperialista y Antifascista, que se levante como una gran fortaleza de la clase obrera y los pueblos del mundo, como un gran muro de contención en que los imperialistas se estrellen, y sus intentonas de guerra imperialista y de fascismo, se hagan pedazos.
La unidad que hoy requerimos, ya no es solo para resistir a la ofensiva imperialista, es necesario preparar a la clase obrera y los pueblos del mundo, para desarrollar una nueva ofensiva; el asenso de la lucha de las masas explotadas y oprimidas en diversos rincones del mundo, nos da los suficientes elementos para plantear hoy, que ante las amenazas imperialistas de una nueva guerra mundial, y ante el peligro de la peste fascista, el proletariado mundial debemos plantear la apertura de una nueva época de revoluciones proletarias; es la única manera de que pasemos de la resistencia a la ofensiva, superar esta etapa de ser siempre víctimas de la depredación imperialista, para levantarnos como una clase social que puede conducir los destinos de la humanidad.
Desde este Encuentro, hay que poner en práctica el internacionalismo proletario activo y militante, por lo que es indispensable que nos solidaricemos con la clase obrera y los pueblos de Ecuador, Chile y Haití, que están dando una batalla heroica, contra las políticas imperialistas y neoliberales, en este momento. Hay que apoyar activa y militantemente con el pueblo Kurdo, que luchó heróicamente contra el retrógrada Estado Islámico, y ahora ha resistido ante la invasión de Turquía en el norte de Siria; que se sume nuestra solidaridad al pueblo Catalán, que se ha levantado contra la opresión del Estado Español, por el derecho a la autodeterminación. Mención especial merece la solidaridad más amplia que debemos mantener con el pueblo palestino, que durante décadas ha sostenido una larga lucha contra el sionismo israelí y el imperialismo norteamericano ¡Viva Palestina Libre!
Es muy larga la lista de solidaridad que necesitamos desarrollar, porque así son de múltiples las agresiones que han sido objetos los pueblos del mundo por parte del imperialismo; los pueblos de Cachemira en la India, Papua occidental, son pueblos que merecen nuestro total respaldo y solidaridad; así mismo, solicitamos en este Encuentro se pronuncie por el alto a la masacre que el régimen de Duterte impone sobre el pueblo filipino, desplazando comunidades indígenas, asesinando dirigentes sociales.
Por su puesto, que no podemos faltar a la responsabilidad histórica que tenemos, de levantar en todo el mundo la solidaridad con el pueblo cubano, hasta derrotar el bloqueo económico impuesto por el imperialismo yanqui, así como la desocupación inmediata de Guantanamo. Y sostener la defensa irrestricta de la soberanía nacional del pueblo venezolano. Hay que exigir que el imperialismo estadounidense saque las manos de América Latina y el Caribe; no solidarizamos con la lucha por la independencia de Puerto Rico; y contra el muro fronterizo que Donald Trump está construyendo en su frontera con México; estamos en contra de la política antimigrante de la Casa Blanca, que ha provocado miles de muertes de latinoamericanos, en su mayoría de Centroamérica.
Como Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos, hemos venido a participar a este Encuentro que ya es un gran éxito por reunir a delegados de todo el mundo, para establecer lo lazos fraternos con todos los Capítulos de los Movimientos sociales, y ofrecer nuestros humildes esfuerzos, para fortalecer la lucha de nuestros pueblos.
¡Viva el Encuentro de Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo!
¡Viva Fidel, Viva el Che!
¡Viva la Revolución Cubana!
¡Viva la Solidaridad Internacional!
LIGA INTERNACIONAL DE LA LUCHA DE LOS PUEBLOS