Crisis en Brasil: La clase obrera y el pueblo tienen que encabezar la lucha contra la reacción y por una verdadera democracia.

Desde el Comité Latinoamericano y el Caribe de la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS), repudiamos las acciones y el intento golpista. Nos solidarizamos con los trabajadores y sectores populares de Brasil y llamamos a la movilización activa solidaria contra toda acción que afecte sus derechos y las libertades democráticas.

La ocupación violenta y toma de los edificios de los tres poderes en Brasilia el pasado domingo, es un nuevo eslabón en la crisis de poder que impera en Brasil – y en la región – desde hace décadas. Desde el estrecho triunfo electoral de Lula, la estrategia de Bolsonaro comenzó por desconocer el resultado junto al consiguiente llamado a la acción de boicot activo, intentando impedir el arranque normal del nuevo gobierno y generar las condiciones de ingobernabilidad o doble poder. Desde octubre pasado se sucedieron los bloqueos, incendios de locales hasta llegar a los acampes frente a cuarteles de las fuerzas armadas, intentando arrastrarlas hacia una acción golpista abierta. Si bien esto último no lo consiguieron todavía, con la toma de Brasilia también se condiciona a la oposición de derecha mayoritaria en las cámaras hacia una posición destituyente, a la vez que están dando una señal clara de cómo y hacia dónde hay que ir y que están dispuestos a avanzar incluso por fuera de los marcos institucionales.

Está claro que las fuerzas reaccionarias encabezadas por Bolsonaro son una verdadera amenaza para todo el pueblo brasileño, que cuenta con el apoyo de sectores poderosos de las clases dominantes- especialmente los agro negocios y la minería-, con fuerza real en las principales regiones , con poder en el Congreso, contando con el apoyo activo de distintas formaciones y cuerpos policiales y militares , además de milicias formadas bajo un período creciente de proliferación de armas entre la población civil , impulsadas por la “necesidad de autodefenderse“, aceitado por el sionismo y bendecidos por la mayoría de las iglesias evangélicas.

A diferencia de experiencias anteriores encabezadas por la socialdemocracia y los movimientos sociales, la coalición de gobierno que encabeza el presidente Lula , pretende enfrentar a esta fuerzas reaccionarias dispuestas a todo, con un reciclado equipo de nuevos luchadores junto con miembros de la propia reacción como el vicepresidente Geraldo Alckmin, antiguos ajustadores ultra-liberales y operadores de la derecha que ya los sacaron del poder y los encarcelaron , como lo son los asesores y ex presidentes Enrique Cardozo y Michel Temer.

En toda crisis hay una oportunidad: qué hacer?

En esta crisis de alta confrontación con el marco de una nueva recesión mundial y nuevas confrontaciones militares, que tiene varios escenarios en la región, se manifiesta la necesidad de importantes sectores de las clases dominantes de avanzar más en el saqueo de los recursos naturales

y humanos, ante un ecosistema al borde de una situación irreversible y una población harta de ser hambreada y ajustada.

La reacción busca avanzar, utilizando y forzando los límites formales de una democracia restringida y controlada por la oligarquía, que hace rato ha dejado de ser una herramienta efectiva para el bienestar popular y el desarrollo nacional.

Queda por tanto recuperar la confianza en la fuerzas obreras y populares, en sus elementos más conscientes y decididos, para salir en forma independiente de la parálisis institucionalista y burocrática a la que la han llevado las ideas “progresistas” y asumir que el combate por la defensa de sus derechos sociales y políticos se da y se gana en las acciones de calle.

Ante las fuerzas reaccionarias que intentan poner a la defensiva, no sólo al limitado y conciliador gobierno de Lula sino al mismo movimiento de masas, lo que queda – tal como lo hicieran nuestros pueblos en distintas rebeliones y lo hace el heroico pueblo del Perú – es aceptar el reto y protagonizar masivamente el combate frontal contra toda reacción en todos los escenarios, buscando tanto su derrota como la consolidación de una verdadera democracia para los trabajadores y el pueblo.

Comité Latinoamericano y el Caribe

Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos

11 de enero 2023